Valores
Lo más leído en España cada día es el 'As' y el 'Marca', osea, noticias de pelotas y balones. Y los programas más vistos en televisión, aunque todos veamos los documentales de La 2, son del estilo de 'Salsa Rosa' y 'Aquí hay tomate', justos herederos de las gloriosas 'Crónicas Marcianas', llenas de famosos del famoseo infame. La que nos espera con la Pantoja. Visto lo visto, no sorprende oír de Saramago que decía que estábamos viviendo la época final de una civilización. Los valores predominantes actuales no sirven para alzar el vuelo, sino sólo para ir muy a ras del suelo.
Otra de las cosas que valoramos en nuestra sociedad son las emociones fuertes, con momentos llenos de vértigo e intensidad. Por su propia naturaleza esas vivencias no pueden ni durar ni perdurar, son como explosiones. Y mientras vamos a la búsqueda desesperada de lo intenso, andamos ciegos y nos pasa desapercibido lo sencillo, lo cotidiano, los detalles, las pequeñas cosas. Y es de esos mimbres de lo que suele estar hecha la vida. No creo en la felicidad completa pero sí aspiro a ser una persona satisfecha con su vida y para eso más que plantearme cosas grandes vividas intensamente, me planteo lograr objetivos normalitos y que duren.
Dicen que cada sociedad elige entre sus símbolos, curiosa y paradójicamente, a personas que son del todo contrarias a los valores imperantes en dicha comunidad. Será por eso que una mujer viejecita, de anatomía débil y pobre entre los pobres, sea un símbolo indiscutible de nuestra época. El amor por lo pequeño era lo que parecía esconderse en el corazón de esa pequeña mujer nacida en Albania que vivió en Calcuta y que se llamaba Teresa: a veces, sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.
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Yo valoro al ser humano como tal, pero en su esencia, en lo más profundo, en sus sentimientos más que en los pensamientos. Valoro la bondad que puede tener una persona, la sinceridad, la nobleza, la entrega, la inteligencia, pero también la ignorancia si ella va provista de un buen corazón. Valoro la la belleza que un ser humano puede llegar a crear de diferentes maneras, como la música, la pintura, la arquitectura, todo arte. Valoro el conocimiento de seres para mí más evolucionados, valoro el amor altruista al el que muchos dedican su vida.
El ser humano tiene muy buenos valores como para dejarnos llevar por lo que se nos intenta decir en esta sociedad. Detesto los cotilleos, las telenovelas, el politiqueo en el que se pegan en lugar de aliarse en bien de todos, la violencia que se expone diariamente en películas de televisión y en los telediarios, como si las personas no hicieran otra cosa ni fueran capaces de cosas mucho mejores. El crédito que se les dá a los deportistas, futbolistas sobre todo o a los toreros me deja perpleja, ese dineral debería en todo caso dárselo a personas que salvan vidas. Todo es falso, supérfluo, a mí no me van a convencer, aunque me he visto sometida durante mucho tiempo a valores de otros que yo no podía aceptar. He despertado a mí realidad gracias a mi querido doctor Prakash, no me siento deprimida por algo que yo no puedo cambiar, lo que no puede cambiar es lo que yo valoro.
Vivo en otro mundo. Mi marido me lo dice muchas veces, y me lo dice sin reproche, creo que en el fondo le gusta que viva en otro mundo. A mi también me gusta, porque viendo las cosas del mundo a mi manera, me parece dar un sentido más profundo a mi vida. Precisamente, por querer dar ese sentido profundo a mi vida, me gustan las pequeñas cosas, lo cotidiano, lo auténtico, los sentimientos que prometen larga vida. Prefiero el calor del hogar, a una casa lujosa con todo tipo de comodidades. No me siento cómoda en hoteles y restaurantes ostentosos. Prefiero reposar en una casita de pueblo, junto al calor de una chimenea o al abrigo de una estufa encendida. Me gusta conversar con la gente sencilla que sabe de la dureza de la vida.. Poco me interesa la política, y nada los cotilleos, prefiero el silencio y el aburrimiento. Encuentro la Belleza en lo sencillo y transparente, en el candor y la dulzura de un rostro, en los ojos que armonizan con una sonrisa alegre... Creo en el cuento de Tagore que dice. La Belleza y la Fealdad son dos mujeres que se fueron a bañar y dejaron en la orilla sus trajes. Al volver del baño la fealdad se puso el traje de la belleza y la belleza el de la fealdad. Por eso hay personas insignificantes ( por ejemplo Teresa de Calcuta) que sin embargo, acabamos descubriendo que son la Belleza.
No estoy en absoluto de acuerdo con el ejemplo que ha puesto Prakash de "amor por lo pequeño". Teresa de Calcuta vivió la vida más intensa y entusiasta que se pueda vivir, no se conformó con vivir de las "pequeñas cosas". Creo que si que hay que plantearse cosas grandes, como lo hizo ella.
Fer, yo creo que Prakash quiere decir todo lo contrario. La Madre Teresa en su vida cotidiana, en lo que parece pequeño, se entregaba a todo el que sufría dándole consuelo. De ese modo su obra fue Grande y la gota que aporta al mar lo embellece y aviva.
A mi también me gustan las pequeñas cosas, disfruto con ellas y me dan felicidad. Eso no quita para que también me interesen temas como la belleza o la moda, porque me parecen temas interesantes. Si no tocásemos en la vida más que temas trascendentales e hipercultos ¡qué aburrimiento!
Este blog es realmente una terapia para el alma, ¡ gracias Prakash!
Muchas veces me siento como un bichito raro en esta sociedad que me ha tocado vivir y, derepente, cuando tropiezo con gente que siente y piensa com yo, es como una brisa de mar que me hace respirar mejor y esbozar una sonrisa de felicidad
Teresa de Calcuta es, para mí, todo un reflejo de lo más bello que puede un ser humano llevar dentro. Entre todas las cosas que ha escrito, me gustaría de destacar una de ellas que, tiene que ver mucho con el tema de hoy. Aun que me lo sé de memoria, procuro reflexinar dia a dia en cada una de sus frases para, humildemente aprender a VALORAR lo que realmente importa procurando al mismo tiempo, cada día ser un poquito mejor.
¿CUÁL ES?
El día más bello? Hoy
La cosa más fácil? Equivocarse
El obstáculo más grande? El miedo
El error mayor? Abandonarse
La raíz de todos los males? El egoísmo
La distracción más bella? El trabajo
La peor derrota? El desaliento
Los mejores maestros? Los niños
La primera necesidad? Comunicarse
Lo que más feliz hace? Ser útil a los demás
El misterio más grande? La muerte
El peor defecto? El malhumor
La persona más peligrosa? La mentirosa
El peor sentimiento? El rencor
Lo más imprescindible? El hogar
El regalo más bello? El perdón
La ruta más rápida? El camino correcto
La más linda sensación? La paz interior
El resguardo más eficaz? La sonrisa
El mejor remedio? El optimismo
La fuerza más potente del mundo? La fe
Las personas más necesarias? Los padres
La cosa más bella de todas? El amor
Madre Teresa
Ante todo, buenas a tod@s y enhorabuena por la página. Los leo todos los días, aunque es mi primera vez que doy una opinión.
En referencia al principio del texto, sobre los programas basura, soy una persona que estoy casi todo el día fuera de casa, por el trabajo y los estudios, pero me gusta de vez en cuando, por las noches, gozarme alguna película o serie que sea de mi gusto, tales como cómicas, de acción, de investigación, etc.
Claro, que a veces, esto me quita tiempo al tiempo (y valga la redundancia) para estudiar. Hasta ahora.
Gracias a los programas de ahora (salsa rosa, el del tomate, el de la isla, el del piso, el del hermano, y, lamentablemente, un largo etcétera) me da hasta asco encender la televisión, y encima, a todo esto, sumamos el tiempo absolutamente perdido, en el que como tontos, nos ponemos a ver la publicidad. A veces (no sé si a alguno o alguna le ha pasado), en medio de la publicidad me pongo a pensar que qué estaba viendo, porque se me olvida.
Antes había publicidad dentro o en medio de una programación. Hoy en día, y tomo como gran ejemplo ANTENA 3 (supongo que las demás harán lo mismo, pero la que ha llenado mi vaso, es esta cadena), pues eso, hoy en día tenemos programación dentro de la publicidad, tal y como hace la mencionada cadena televisiva. No me extraña que cuando tienen que pagar alguna multa o indemnización (tal y como les ha pasado a antena 3 y a telecinco últimamente), les sobre el dinero.
Y termino tal y como empecé: gracias a las cadenas de televisión por dejarme más tiempo para mis cosas, por hacerme sentir repugnancia o asco cuando le doy al boton de encendido/apagado, y gracias a toda esa gente que los ve, porque al menos, mientras esté interesada en la vida de la Pantoja, del Fary, de Jesulín, dejan en paz la basura del vecino.
¿A mí que coño me importa si la Pantoja sale con bragas o sin bragas, si fulanito sale con menganita...? Ya me preocupo lo suficiente porque a mi familia no le falte de nada y tengan todos buena salud.
Otro tema (Y TERMINO YA), es por qué un futbolista cobra, por darle una patada a una pelota (y a veces ni eso) una millonada, y los médic@s y enfermer@as, por poner un ejemplo, que salvan vidas (la gran mayoría) cobran mucho menos y encima no suelen ser héroes de nadie. ¡En qué mundo vivimos (y nos dirigimos) cuando en una sociedad se valora más una patada a una pelota o quien se ha hecho las tetas más grandes, que el que se haya descubierto una vacuna para tal enfermedad, o se haya inventado alguna nueva tecnología para los ciegos o sordos (o los deficientes visuales y auditivos, por si alguien lo quiere más refinado)!
Gracias por el tiempo empleado en esta lectura. Al menos me he desahogado.
Hay un momento, en la película de Peter Weir "El año que vivimos
peligrosamente", en el que dos de sus protagonistas
mantienen el siguiente diálogo:
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" -Billy Kwan: Es de Lucas, capítulo 3 versículo 10. ¿Qué debemos hacer entonces?
Tolstoi se hizo la misma pregunta. Escribió un libro con ese título. Estaba
tan preocupado por la pobreza de Moscú, que una noche entró en el lugar más pobre
y les dió todo su dinero. Usted podría hacer lo mismo. Cinco dólares serían una
fortuna para cualquiera de ellos.
-Guy Hamilton: No iba a solucionar nada. Sería una gota en el océano.
-Billy Kwan: Esa es la misma conclusión a que llegó Tolstoi.
Yo no estoy de acuerdo.
-Guy Hamilton: ¿Cúal es la solución?
-Billy Kwan: Soy de la opinión de que no se debe pensar en el problema en general.
Debe hacerse lo que se pueda por la miseria que se tiene delante.
Sumar la luz propia a toda la luz."
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Quizá nosotros no lleguemos jamás a brillar como lo hizo la Madre Teresa, pero
como muy bien dice Billy Kwan en la película: no debemos pensar en el problema
en general; en gran parte aquellos que lo han hecho, y han pensado en grandes
ideas para resolver los problemas de la miseria y el hambre en el mundo, finalmente
lo único que han traido es más pobreza y servidumbre que la pretendían
resolver.
Así las cosas, sumemos nosotros a la luz, nuestra propia luz,
en la medida que podamos, en la forma que sepamos.
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