Ser Fiel
Fidelidad es lealtad. Una persona fiel o leal es aquella que se mantiene constante en sus afectos o en el cumplimento de sus obligaciones o en la fe que uno debe a otro. Fiel es aquél que no defrauda la confianza que se deposita en él. La fidelidad limita con la gratitud, la persona leal ha recibido un bien de otro y no olvida. Es la virtud de la memoria o la memoria como virtud. Dichoso aquél que puede dar sin recordar y recibir sin olvidar.
La fidelidad precisa de la memoria pero también de la voluntad, porque la fidelidad es también virtud de permanencia, de constancia. En un mundo donde todo cambia, donde todo fluye, donde nunca el mismo hombre se baña en el mismo río, sólo es posible mantenerse en lo mismo gracias a la memoria voluntaria que es la fidelidad.
La fidelidad en el ámbito de la pareja se une a exclusividad. No es así en otros ámbitos como en la amistad, donde ser fiel a un amigo no significa tener un solo amigo; o en el de las ideas , donde ser fiel a una idea no es afortunadamente tener una sola. Pero, ¿qué es ser fiel a la pareja? Espero que nadie exija la ausencia de deseo por cualquier otro hombre o mujer, como puede ocurrir en los sueños incofensables donde nos preguntamos luego sí somos fieles...
Es inevitable el deseo, pero la satisfacción de mi deseo no puede llevar al sufrimiento a la persona a la que amo, a traicionarla, a poner en riesgo nuestra historia. Una pareja no es pareja sólo porque mantengan relaciones sexuales o porque vivan juntas. Una pareja es tal si entre ellos hay amor y duración. La pareja es algo muy valioso y por eso no puede fundamentarse en la pasión, eso sería confiarla a algo demasiado efímero y que casi siempre declina. Si la pareja es amor que dura, entonces es la fidelidad su fundamento, porque el amor sólo dura si hay memoria y voluntad. La fidelidad es esa mezcla de confianza y gratitud a un amor recibido y dado, a un amor compartido. Fidelidad es memoria y es historia, pero también es voluntad y presente. La fidelidad es amor presente, voluntario y voluntariamente mantenido, del amor pasado. Es amor al amor.