23 mayo 2006

PAZ


Hay palabras bellísimas y paz es una de ellas. Es bella en el significante y en el significado, en la forma y en el fondo, en el continente y en el contenido, en el sonido y en el sentido. Palabras como paz y libertad tienen algo de sagrado y con frecuencia hay individuos que las profanan. Aunque se les llena la boca repitiéndolas una y otra vez, no creen en ellas y sí en la fuerza de la guerra y de la violencia. Son agresivos, brutales y hasta crueles. Con frecuencia además son cobardes, porque es la cobardía la madre de la crueldad.

Algunos de estos tipos son fácilmente reconocibles porque también suelen profanar la palabra más sagrada, Dios. Declaran guerras santas, como si fuera posible santificar cosa semejante. Y matan a miles de inocentes en el nombre del que no tienen el gusto de conocer. Son demonios que rezan, y esos son los peores demonios. Algunos viven en lejanos desiertos o se esconden en escarpadas montañas. Pero los hay más cercanos y estos son más difíciles de reconocer porque parecen de los nuestros. Hay uno que entra todos los días en mi casa porque está en todos los telediarios, es el señor de los cañones, camina como un cowboy y termina siempre sus discursos con "God bless America". Y no se le cae la cara de vergüenza. Hay tipos indeseables, señores de la guerra a los que se les olvida que en el mundo hay niños. O lo que es peor lo saben y les da igual. O lo que es peor sólo piensan en los niños propios, como si los pequeños tuvieran patrias, banderas, ideologías y otras monsergas semejantes.

Sé que puede haber guerras justas, si se trata de defenderse ante un ataque cruel o de proteger al débil e inocente. Sé que hay asesinos brutales capaces de todo lo malo, que ejercen la violencia y despliegan su cólera, y sé que la respuesta que hay que dar a estos diablos no puede ser la sumisión servil y cobarde. Pero tan claro como tengo esto, tengo también que la inmensa mayoría de las guerras obedecen a intereses económicos y son mostradas con el disfraz de la guerra defensiva y justa. A los que nos sentimos pacíficos nos corresponde destapar el engaño, descubrir la farsa, quitar la careta, desmontar el tinglado, denunciar el atropello, declarar la guerra a la guerra.

Citas Citables:

* Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz. Albert Einstein.

* Todos quieren la paz, y para asegurarla, fabrican más armas que nunca. Antonio Mingote.

1 Comments:

Blogger BUENAS NOTICIAS Escribió³...

Hola Prakash, paso a leer tu entrada. Genial la cita de Einstein. Gracias y un abrazo.

2:15 a. m.  

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