18 agosto 2006

La Muerte


Llevo 42 escritos en este webblog, un blog que trata sobre la vida y sus circunstancias. Curiosamente aún no he hablado de algo esencial a la vida que es la muerte. La muerte está ligada a la vida, como la luz a la oscuridad ¡Qué difícil nos resulta pensar en la muerte sin la vida, tan difícil como pensar en la luz sin la oscuridad! Vida y muerte son cara y cruz de la misma moneda. Toda sabiduría se refiere en última instancia a saber vivir y por lo tanto, dado que vida y muerte van inseparablemente unidas, también a saber morir. Filosofar, decía Montaigne, parafraseando a los clásicos, no es otra cosa que aprender a morir, o lo que es lo mismo, aprender a vivir sin miedo a la muerte.

La muerte suele ser para la inmensa mayoría de nosotros una presente ausente. Es decir, algo que está continuamente presente en nuestras vidas -en los telediarios, en las películas, en los periódicos, en la radio- y sin embargo está ausente de nuestro pensar. Incluso cuando asistimos a algunos entierros, en los que el finado es familiar de algún amigo, la muerte —presente allí a gritos- la mantenemos ausente en nosotros. Vivimos ajenos a ella, a pesar de lo cercana que está. Hay un proverbio tibetano que dice: "Mañana o la próxima vida; nunca se sabe que llegará primero". Es así, para morir sólo hace falta una cosa, imagínatela... Da igual lo mayor que seas, por muy anciano que uno sea siempre podrá vivir un día más, y por muy joven que seas no puedes garantizar que amanezca mañana para ti; da igual también la salud que se tenga, hay muertes súbitas en niños sanos y en atletas extraordinarios, hay accidentes, atentados y terremotos que surgen siempre sin aviso; da igual lo feliz que te encuentres o lo seguro que te halles, la muerte puede llegar a cualquiera y en cualquier momento (el dramaturgo griego Esquilo murió por el golpe en la cabeza de una enorme tortuga que le cayó del cielo soltada por un águila); para morir sólo hace falta estar vivo.

No pensamos en la muerte y ni siquiera la nombramos, y si la nombran decimos aquello de "lagarto, lagarto". Lo que nos pasa es que tenemos una fobia, concretamente una tanatofobia. El método avestruz nunca fue un buen método y es el que practicamos. A los miedos, lo sabemos bien los profesionales, se les combate enfrentándonos a él y se les hace crecer evitándolos. Así pues, pensemos en la muerte y tengámosla presente. Pensar en ella ayuda, además, a gozar del presente. Si llego a mañana seguiremos hablando de la muerte.
Citas Citables
  • La muerte para los jóvenes es naufragio y para los viejos es llegar a puerto.
    Baltasar Gracián
  • Como un mar, alrededor de la soleada isla de la vida, la muerte canta noche y día su canción sin fin. Rabindranath Tagore
  • La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos. Antonio Machado