27 mayo 2007

¿Amar o Ser Amado?

A menudo me encuentro con parejas en el que uno de los componentes suelen dar mas que recibir pero se quejan a menudo de que prefieren ser amados. Hoy me gustaría esbozar brevemente lo que pienso acerca de saber dar amor, en vez de esperar a recibirlo.

¿Qué es dar? Por simple que parezca la respuesta, está en realidad plena de ambigüedades y complejidades. El malentendido más común consiste en suponer que dar significar "renunciar" a algo, privarse de algo, sacrificarse. La persona cuyo carácter no se ha desarrollado más allá de la etapa correspondiente a la orientación receptiva, experimenta de esa manera el acto de dar. El carácter mercantil está dispuesto a dar, pero sólo a cambio de recibir; para él, dar sin recibir significa una "estafa". La gente cuya orientación fundamental no es productiva, vive el dar como un empobrecimiento, por lo que se niega generalmente a hacerlo. Algunos hacen del dar una virtud, en el sentido de un sacrificio. Sienten que, puesto que es doloroso, se debe dar, y creen que la virtud de dar está en el acto mismo de aceptación del sacrificio. Para ellos, la norma de que es mejor dar que recibir significa que es mejor sufrir una privación que experimentar alegría.

Para el carácter productivo, dar posee un significado totalmente distinto: constituye la más alta expresión de potencia. En el acto mismo de dar, experimento mi fuerza, mi riqueza, mi poder. Tal experiencia de vitalidad y potencia exaltadas me llena de dicha. Me experimento a mí mismocomo desbordante, pródigo, vivo, y, por tanto, dischoso. Dar produce más felicidad que recibir, no porque sea una privación, sino porque en el acto de dar está la expresión de mi vitalidad.

En la esfera de las cosas materiales, dar significa ser rico. No es rico el que tiene mucho, sino el que da mucho. El avaro que se preocupa angustiosamente por la posible pérdida de algo es, desde el punto de vista psicológico, un hombre indigente, empobrecido, por mucho que posea. Quien es capaz de dar de sí es rico. Se siente a sí mismo como alguien que puede entregar a los demás algo de sí. Sólo un individuo privado de todo lo que está más allá de las necesidades elementales para la substencia sería incapaz de gozar con el acto de dar cosas materiales. La experiencia diaria demuestra, empero, que lo que cada persona considera necesidades mínimas depende de su carácter como de sus posesiones reales. Es bien sabido que los pobres están más inclinados a dar que los ricos. No obstante, la pobreza que sobrepasa un cierto límite puede impedir dar, y es, en consecuencia, degradante, no sólo a causa del sufrimiento directo que ocasiona, sino porque priva a los pobres de la alegría de dar.

Sin embargo, la esfera más importante del dar no es la de las cosas materiales, sino el dominio de lo especificamente humano. ¿Qué le da una persona a otra? Da de sí misma, de lo más precioso que tiene, de su propia vida. Ello no significa necesariamente que sacrifica su vida por la otra, sino que da lo que está vivo en él --da de su alegría, de su interés, de su comprensión, de su conocimiento, de su humor, de su tristeza--, de todas las expresiones y manifestaciones de lo que está vivo en él. Al dar así de su vida, enriquece a la otra persona, realza el sentimiento de vida de la otra al exaltar el suyo propio. No da con el fin de recibir, dar es de por sí una dicha exquisita. Pero, al dar, no puede dejar de llevar a la vida algo en la otra persona, y eso que nace a la vida se refleja a su vez sobre ella; cuando da verdaderamente, no puede dejar de recibir lo que se le da a cambio. Dar implica hacer de la otra persona un dador, y ambas comparten la alegría de lo que han creado. Algo nace en el acto de dar, y las dos personas involucradas se sienten agradecidas a la vida que nace para ambas. En lo que toca específicamente al amor, eso significa: el amor es un poder que produce amor; la impotencia es la incapacidad de producir amor. Marx ha expresado bellamente este pensamiento: "Supongamos-dice-, al hombre como hombre, y su relación con el mundo en su aspecto humano, y podemos intercambiar amor sólo por amor, confianza por confianza, etc. Si se quiere disfrutar del arte, se debe poseer una formación artística; si se desea tener influencia sobre otra gente, se debe ser capaz de ejercer una influencia estimulante y alentadora sobre la gente. Cada una de nuestras relaciones con el hombre y con la naturaleza debe ser una expresión definida de nuestra vida real, individual , correspondiente al objeto de nuestra voluntad. Si amamos sin producir amor, es decir, sin nuestro amor como tal no produce amor, si por medio de una expresión de vida como personas que amamos, no nos convertimos en personas amadas, entonces nuestro amor es impotente, es una desgracia. Pero no sólo en lo que atañe al amor dar significa recibir. El maestro aprende de sus alumnos, el auditorio estimula al actor, el paciente cura a su psicoanalista, etc.

Apenas si es necesario destacar el hecho de que la capacidad de amar como acto de dar depende del desarrollo caracterológico de la persona. Presupone el logro de una orientación predominantemente productiva, la omnipotencia narcisista, el deseo de explotar a los demás, o de acumular, y ha adquirido fe en sus propios poderes humanos y coraje para confiar en su capacidad para alcanzar el logro de sus fines. En la misma medida en que carece de tales cualidades, tiene miendo de darse, y, por tanto, de amar.

Además del elemento de dar, el carácter activo del amor se vuelve evidente en el hecho de que implica ciertos elementos básicos, comunes a todas las formas del amor. Esos elementos son: cuidado, responsabilidad, respeto y conocimiento, pero eso ya lo explicaré en otra ocasión.

En sintesís, si ambos pensáramos en sólo DAR, de manera recíproca estaríamos RECIBIENDO. Pero si ambos solo pensáramos y deseáramos ser AMADOS, entonces nadie daría el paso, por tanto, no amas.

He amado a muchas personas, y tengo la impresión de que he aportado más y poco he recibido. Caí en la trampa de pensar ahora en ser solo amado, pero despúes de meditarlo, prefiero seguir siendo el mismo. Seguiré amando sea correspondido o no, prefiero dar lo mejor de mí, que es el mejor medio para la autorealización.

"Todo lo que no es dado, es perdido" - Proverbio Hindú

25 mayo 2007

1º Aniversario del Blog


Con motivo del primer aniversario de esta página de Web, me siento enormemente orgulloso de ella. Fue hace justo un año, cuando un día decidí plasmar mis escritos de psicología al alcance de todos. Accedí fortuitamente a este blog, y empecé a publicar. A principios, recuerdo que la estética era poco deseable, pero a medida que notaba las visitas, me empeñé en trabajarla más. Hoy es fruto de un trabajo continuo y cuidado, en donde he depositado mucha ilusión. Pero la página de web no es nada sin la presencia y la participación de los usuarios que participan en los comentarios/foros. Es por eso, que quiero expresar mis mas sincero agradecimiento a todos ustedes.

Es de bien nacido ser agradecido y por eso quiero dar las gracias a mi amiga Ana Dueñas, periodista del Faro de Ceuta, quien me ha dado la oportunidad de volver a El Dominical además de aportarme valiosas sugerencias.

Gracias a los que pacientemente habéis leído cada día el blog. Sé, porque se contabilizan las entradas, que sois miles y desgraciadamente no os puedo poner cara a todos. Me parece un sueño que lo que pienso y escribo haya sido leído por tantas personas y en tantos lugares diferentes de España, de Europa y de América. Ojalá que nos crucemos en algún otro momento de este sueño que es la vida.

De todos esos miles tengo que dar las gracias de forma muy especial a los que habéis participado en el foro. Algunos comentarios y algunos comentaristas son de tal altura que merecen más que yo tener un blog como éste. Habéis enriquecido cada artículo con vuestras aportaciones y he aprendido de vosotros. La mayoría además me habéis animado mucho en este camino. Ese ánimo ha sido fundamental, porque no es fácil escribir cada día un artículo nuevo disponiendo, por mi trabajo, de muy poco tiempo y por mis limitaciones de escasa capacidad. Con los más asiduos del foro del blog estoy en deuda y estaré encantado de saldarla algún día. A algunos, además, tengo la alegría de conoceros y creedme si os digo que no tengo palabras para agradeceros tanto bien, os quiero mucho.

Por favor, seguid visitando el blog y espero contar con mas comentarios. A ver si llegamos a las 5000 visitas!

Sin mas que decir, recibe un fuerte abrazo. Prakash Ratan.

05 mayo 2007

Valores

La sociedad occidental consumista y tecnificada en la que vivimos tiene un sistema de valores nunca explicitado pero muy evidente. Entre esos valores está el "tanto tienes tanto vales", todos lo reconocemos aunque nadie se atreva a compartirlo. El culto al cuerpo es otra de las obsesiones de nuestra sociedad, sólo hay que asomarse al kiosco para que cientos de portadas nos deslumbren con cuerpos danone o ver los anuncios de la tele, sin duda lo más interesante de la caja tonta.

Lo más leído en España cada día es el 'As' y el 'Marca', osea, noticias de pelotas y balones. Y los programas más vistos en televisión, aunque todos veamos los documentales de La 2, son del estilo de 'Salsa Rosa' y 'Aquí hay tomate', justos herederos de las gloriosas 'Crónicas Marcianas', llenas de famosos del famoseo infame. La que nos espera con la Pantoja. Visto lo visto, no sorprende oír de Saramago que decía que estábamos viviendo la época final de una civilización. Los valores predominantes actuales no sirven para alzar el vuelo, sino sólo para ir muy a ras del suelo.

Otra de las cosas que valoramos en nuestra sociedad son las emociones fuertes, con momentos llenos de vértigo e intensidad. Por su propia naturaleza esas vivencias no pueden ni durar ni perdurar, son como explosiones. Y mientras vamos a la búsqueda desesperada de lo intenso, andamos ciegos y nos pasa desapercibido lo sencillo, lo cotidiano, los detalles, las pequeñas cosas. Y es de esos mimbres de lo que suele estar hecha la vida. No creo en la felicidad completa pero sí aspiro a ser una persona satisfecha con su vida y para eso más que plantearme cosas grandes vividas intensamente, me planteo lograr objetivos normalitos y que duren.

Dicen que cada sociedad elige entre sus símbolos, curiosa y paradójicamente, a personas que son del todo contrarias a los valores imperantes en dicha comunidad. Será por eso que una mujer viejecita, de anatomía débil y pobre entre los pobres, sea un símbolo indiscutible de nuestra época. El amor por lo pequeño era lo que parecía esconderse en el corazón de esa pequeña mujer nacida en Albania que vivió en Calcuta y que se llamaba Teresa: a veces, sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota.