16 marzo 2007

Saber decir NO

Hay que aprender a decir que no sin sentirse culpable. Ojalá todos aprendiéramos tan pronto eso tan difícil que es saber decir que no. Yo ahora tengo 26 años y, aunque he avanzado algo, estoy aún lejos del aprobado. Hay quienes no aprenden nunca y se mueren sin atreverse a decir que no a nadie.

No es negación siempre, en ocasiones rechazo y también ruptura a veces; pero no es también definición de límites, independencia y libertad. Decir no, no es ser egoísta, ni ser desagradecido, ni ser mala persona. Saber decir que no es, por el contrario, ejercer la sinceridad, comprometernos con nosotros mismos y es, sobre todo, renunciar a quedar bien a toda costa. Esa creo que es la clave: hay personas que sienten la necesidad absoluta de quedar bien hasta con el lucero del alba porque precisan de la estimación y el reconocimiento de los demás, porque tienen una autoestima bajo mínimos y tienen que obtenerla de fuera. Pero ¿a qué precio? Cuando dices sí, queriendo en tus adentros lo contrario, te sientes mal y, curiosamente, con frecuencia te sientes utilizado. En el fondo te colocas en un servilismo indigno hacia ti mismo, te percatas de tu debilidad y acabas con la autoestima aún peor. Decir que sí a todo no sólo no cura la autoestima sino que la empeora. Necesitamos el afecto de los demás, pero de poco nos servirá sin nuestro propio afecto.

Ni puedo, ni debo, ni quiero contentar a todo el mundo. Es más, si caigo bien a todos, absolutamente bien a todos, tengo que empezar a preocuparme seriamente. Si carezco por completo, no diré de enemigos pero sí de enemistades, algo grave puede estar pasándome, porque hay personas y posiciones que merecen mi rechazo, mi rechazo absoluto y no con medias tintas. El que a todo dice que no, probablemente padezca de rebeldía oposicionista, que es cosa seria; pero, el que a todo dice que sí, el que no sabe decir que no, padece también de algo: le falta amor a sí mismo.

10 marzo 2007

Dice el refranero...

Que si piensas mal, acertarás. ¿Qué opinión tienes de éste dicho popular? Como la mayoría de los refranes, intenta ayudarte en el difícil arte de vivir sabiamente, aunque a veces resulta imposible seguir todos los consejos del refranero, sobre todo cuando se contradice abiertamente y encuentras un consejo y el contrario: "No hay dos sin tres" y "A la tercera va la vencida"; o bien "A quien madruga Dios le ayuda" y "No por mucho madrugar amanece más temprano". Los refranes surgen del saber popular y obviamente han sido personas muy dispares las que a lo largo de los siglos lo han ido constituyendo. El que hizo el de piensas mal y acertarás, tenía una personalidad paranoide. Me explicaré.

Es paranoide el que desconfía sistemáticamente de todos, el que ve en los otros a un posible enemigo, el que interpreta las acciones de los demás como deliberadamente hostiles hacia él. La persona con rasgos paranoides muy acusados vive en alerta continua, con los ojos y los oídos bien abiertos, con la mosca detrás de la oreja. En los casos más extremos todo está cargado de oscuras sospechas amenazantes, de segundas intenciones, de doble sentido, nada es lo que parece. El paranoide vive en un infierno, en el infierno de la desconfianza.

Dirás, y dirás con razón, que esa manera de ser estará condicionada por experiencias negativas con los demás. Unos antes y otros después, pero todos tenemos en nuestras vidas algún Judas que nos ha traicionado, que nos clavó el cuchillo por la espalda con nocturnidad y alevosía. Sin embargo, no es la puñalada el mayor mal que puede hacerte Judas, lo peor es que te cambie tu manera de ser y que generalices extendiendo tu desconfianza hacia todos. Evidentemente uno tiene que aprender de la experiencia, hay un proverbio árabe que me recordó mi amiga Sandra que dice: "La primera vez que tú me engañes, la culpa es tuya; pero la segunda vez, la culpa es mía". No debe ser uno un alma cándida, hay que tomar precauciones, pero es preferible vivir confiando, sabiendo que a veces te la van a dar, que estar continuamente desconfiando de todo y de todos, porque eso no es vida, eso es un infierno.