14 septiembre 2006

Perdonar

Perdonar no es anular, como si nada hubiera ocurrido; ni es olvidar, como si fuera posible una amnesia súbita; ni es no tenerlo en cuenta, ser imprudente y no aprender de la experiencia. Perdonar no significa ser ni ciego ni ingenuo. Lo hecho, hecho está y no hay dios que lo cambie.

Perdonar no implica tampoco, necesariamente, otorgar clemencia y suspender el castigo impuesto. Se puede y se debe castigar cuando buscamos corregir, pero nunca deberíamos castigar con odio, porque en eso consiste la venganza. Vengarse es devolver mal por mal, es echar más leña al fuego y hacer que crezca más y más. Tenemos que combatir el mal, acabar con él, pero al mal se le mata mejor envenenándolo con el bien.

Perdonar es dejar de odiar, es acabar con el rencor, terminar con el resentimiento. Perdonar es renunciar a la venganza ¿Y eso cómo se hace? Tenemos muchos ejemplos de hombres sabios que supieron perdonar, pero creo que el mejor maestro del perdón es Jesús de Nazaret. Si tuviéramos que resumir en sólo dos palabras el mensaje de Cristo, una sería perdón y la otra amor. De Jesús nos llegan dos ejemplos distintos de perdón, uno desde la comprensión, identificándonos con el pecador: "El que esté libre de pecado que tire la primera piedra". El otro en la cruz cuando pide al padre que perdone a sus verdugos porque no saben lo que hacen. Lo que en realidad hace aquí Jesús, más que perdonar es amar compasivamente, que es esa forma de amar universal, sublime y casi inconcebible. Y cuando amas no es preciso el perdón.

Nosotros estamos muy lejos de ese amor que incluye al malvado y al enemigo. Para llegar ahí, tenemos antes que perdonar a quienes tenemos muy cerca y les guardamos rencor. A veces esas personas con las que estamos resentidos son tan cercanas como los padres. Oscar Wilde decía en 'El retrato de Dorian Gray': "De pequeños los niños aman a sus padres, cuando crecen los juzgan y sólo a veces los perdonan. En eso, dicen algunos, consiste la madurez".

Habrá quien no sepa perdonar, pero los hay también que no quieren perdonar. Si éste es tu caso, no perdones y quédate con tu rencor, pero has de saber que en el pecado tendrás la penitencia, porque el rencor es triste y el perdón alegría.
Citas Citables
  • Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más. Oscar Wilde
  • Enseñemos a perdonar; pero enseñemos también a no ofender. Sería más eficiente. José Ingenieros
  • Nunca vaciles en tender la mano; nunca titubees en aceptar la mano que otro te tiende. Juan XXIII
PD: Aprovecho estas lineas para pedir disculpas a aquellos amigos o compañeros si creen que en algún momento les fallé.

10 septiembre 2006

RISOTERAPIA


El humor es cosa seria, de hecho los más importantes filósofos a lo largo de la historia se ocuparon de él. Así lo hicieron en la Grecia Clásica Platón y Aristóteles; y en la Edad Moderna el sesudo Kant y el viejo cascarrabias de Schopenhauer; y en el pasado siglo Freud estudió las conexiones del humor con el inconsciente y el premio Nobel francés Bergson escribió 'La risa', una de sus mejores obras. Por cierto, qué maravilloso regalo de la naturaleza es la risa. Está en nuestros genes, no es una conducta aprendida, sabemos por las ecografías tridimensionales que en el útero ya sonreímos. Somos seres risueños aunque nazcamos llorando.

Todos hemos experimentado lo bien que nos sienta reírnos. Hay toda una línea de investigación sobre el aspecto terapéutico del humor y no sólo en la Psicología sino también en la Medicina. Sobre este tema hay una deliciosa película basada en hechos reales que merece la pena ver varias veces, no estoy seguro, pero creo que se titulaba 'Pach Adams' (quizás alguien en los "comentarios" pueda confirmarlo). Prácticamente hoy nadie duda del carácter psicosomático de muchas enfermedades. El estrés, el desasosiego y la frustración se traducen con frecuencia en trastornos físicos, porque mente y cuerpo forman una unidad radical que sólo el rígido dualismo cartesiano ha separado en apartados estancos. Si las emociones negativas producen cambios químicos nocivos en nuestro cerebro y en nuestro cuerpo, las emociones positivas y por supuesto la risa, producirán lo contrario. Los 'Médicos sin fronteras' saben de esto y dedicaron a sus casi colegas 'Payasos sin fronteras', con los que colaboraban a veces en escenarios bélicos donde, como siempre, los señores de la guerra olvidan que en el mundo hay niños, esta frase: "Nosotros que hemos estado tratando epidemias por todo el mundo, nos hemos dado cuenta que lo más contagioso que hay es la risa".

Y hablando de risas, lo de las cosquillas es muy curioso, ¿por qué no podremos hacernos cosquillas a nosotros mismos, siendo tan fácil producirlas en otro? Por más vueltas que le doy no encuentro la clave, pero en todo caso me alegro que sea así, es más divertido. Como en otras cosas placenteras, siempre se mejora el resultado si lo hacen dos.

Citas Citables

  • Quien nos hace reír es un cómico. Quien nos hace pensar y luego reír es un humorista. George Burns
  • Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no sea que nos sorprenda la muerte sin haber reído. Jean de la Bruyere
  • El día peor empleado es aquél en que no se ha reído. Chamfort
  • Afortunado el hombre que se ríe de sí mismo, ya que nunca le faltará motivo de diversión. Habib Bourguiba
PD: Me doy por satisfecho si logro dibujar al menos una sonrisa en una persona, tras visualizar la imagen del artículo de hoy.

02 septiembre 2006

Morir para Vivir

Tengo fama de redundante y pedante y una vez más y solo esta vez, continuaré con la Muerte. La vida y la muerte, querámoslo o no, son, en última instancia, Misterio. Por mucho que nos apliquemos en desvelarlos con nuestra razón, es inútil. Somos como el niño que a la orilla del mar juega y se afana en meter el océano en su pocito de arena. Pero, aún así, jugar es bello. Y además jugar es muy útil, porque fomenta la imaginación. Así pues, sigamos jugando a imaginar la muerte.

Detesto el género de terror y ya resulta muy manida la imagen de la muerte como esqueleto que porta la guadaña. Esa, en todo caso será la imagen aparente de la traidora y trágica muerte a destiempo. Podemos también imaginar una muerte oportuna, liberadora, espiritual y humanamente grata. Así lo hace Sánchez Dragó cuando escribe: "Morir es salir del infierno para llegar al cielo, recuperar la libertad perdida, alcanzar la luz del amor y del conocimiento, dejar de estar para empezar a ser". Así lo hace Khalil Gibran: "¿Qué es el morir, sino entregarse desnudo al viento y fundirse con el sol? ¿Y qué es dejar de respirar, sino liberar la respiración de sus inquietos vaivenes para que pueda alzarse y expandirse y buscar sin trabas a Dios?". Y así lo hace Martín Descalzo en unos versos de esperanza llenos: "Morir es acabar de llorar y hacer preguntas; ver al Amor sin enigmas ni espejos; hallar dejando los dolores lejos, la noche-luz tras tanta noche oscura".

¿Y si morir fuera como subir al cielo, como despegar? Me encanta volar. Mientras el avión asciende parece que te caes hacia arriba, mágicamente vas tomando perspectiva. Las grandes cosas se ven cada vez más pequeñas. Un poco más y los ríos son hilos plateados. Los pueblos, pequeños lunares irregularmente diseminados. Y allí, en cada uno de ellos, muchas casas, donde habitan familias con sus historias; individuos con sus problemas, con sus angustias, complejos, miedos y preocupaciones. ¡Que pequeñito se ve todo desde arriba! Seguimos ascendiendo y llegan las nubes, la ceguera blanca. Y por fin el cielo azul con el sol luminoso, inmaculado, imperturbable, inmenso.

¿Y si la muerte realmente no existiera? Morir podría ser algo parecido a una puesta de sol. La tierra en su horizonte parece devorarlo, pero es sólo apariencia, el sol sigue brillando más allá del ocaso y brilla sin interrupción trayendo sin cesar el nuevo día a otros mundos en un ocaso y un oriente perpetuos. ¿Y si...?
FIN
Bhagavad Guita: "Tú nunca mueres, simplemente cambias esta vestidura de barro en descomposición"