28 junio 2006

Sinceridad

La sinceridad es la virtud de la franqueza, es el amor y el respeto por lo veraz. La persona sincera actúa siempre de buena fe y mantiene una coherencia entre sus palabras y sus actos. Es contrario a la mentira, a la duplicidad y a la hipocresía. Hay ocasiones en las que no nos gusta lo que oímos del amigo sincero, pero si tienes la suerte de contar con una amistad así, cuídala, es una joya. Aunque a veces se equivoque, nos haga daño y parezca injusto, porque, obviamente, la sinceridad excluye la mentira no el error. "Amicus Plato sed magius amica veritas", "Amigo de Platón pero más amiga la verdad"(creo que es algo así, sino rectificarme).
Decir la verdad no significa que haya que decirlo todo. Hay que decir lo que se piensa pensando lo que se dice. La sinceridad no es salvajismo cruel que espeta la verdad, ni exhibicionismo impúdico, ni imprudencia. Todos tenemos derecho a callar, conviene no olvidar que uno es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios. Hay ocasiones en las que se debe callar la verdad, así es cuando ésta lo único que puede acarrear es dolor y sufrimiento injusto o inútil a otra persona. Incluso pueden darse situaciones en las que uno no sólo tenga que callar y ocultar la verdad, sino mentir. A veces la mentira es el mal menor que hay que elegir. La sinceridad, la fidelidad a lo verdadero no es un absoluto. Ninguna virtud es absoluta, sólo el amor. Por eso, ser fiel a lo verdadero no puede disculparnos de ser infiel a la compasión y al amor.
Sé que me ganaré algunas críticas de los kantianos, pero hablando de sinceridad cómo no ser sincero: "Creo en las mentiras piadosas y decir la verdad no es un absoluto". A veces es más moral mentir que decir la verdad. Pero hay culposos que prefieren la tranquilidad de su conciencia antes que evitar el sufrimiento del prójimo. Hay personas tan amantes de la verdad que tienen seco el corazón, son fanáticos de la verdad y no la supeditan ni a la compasión ni a la caridad. He tenido la ocasión de atender a algunas personas, que me pedían la verdad a la que tenían derecho y se la di como era mi obligación; pero también he atendido a otros que no querían saberla y que con los ojos me pedían que callara o mintiera y así lo hice por compasión.
Para finalizar dejo una pregunta abierta ¿la sinceridad, es un defecto ó una virtud? Espero vuestro comentarios.
Çitas Çitables
  • Ser sincero no es decir todo lo que se piensa, sino no decir nunca lo contrario de lo que se piensa. André Maurois
  • Todo hombre es sincero a solas; en cuanto aparece una segunda persona empieza la hipocresía. Waldo Emerson
  • En asuntos de vital importancia, el estilo, y no la sinceridad, es lo verdaderamente vital. Oscar Wilde
  • El valor de una idea no tiene nada que ver con la sinceridad del hombre que la expresa. Oscar Wilde

25 junio 2006

Soledad


Aunque nacemos solos. vivimos acompañados. El instinto y la necesidad de gregarismo y de supervivencia nos impulsan a buscar compañía. Sin pareja, familia, amigos y otras formas de agrupamiento nos sentimos desconcertados y aislados.

La soledad es una moneda con dos caras. Una la negativa, producto de la sensación de vacío profundo cuando es por falta de amor o afecto en cualquiera de sus expresiones. Este tipo de aislamiento nos perturba mentalmente y no podemos ser fecundos con las ideas o pensamientos. El miedo a quedarse solitario paraliza, aparece la desesperanza, se borran las ilusiones, se añoran los seres queridos que ya no están e irrumpe la incertidumbre. Esta cara de la soledad esta relacionada con todos los estados de la mente que tienen que ver con problemas de comunicación efectiva con el medio que nos rodea, la tristeza y la depresión.

La otra cara de la soledad, la positiva, es todo lo contrario. Es la del estado de plenitud espiritual. Es producto de hablarnos e intimar con nosotros mismos, pensar, recapacitar, visualizar, crear y meditar. Permite momentos de reflexión, fantasía, imaginación, ilusión y ensueño, los cual ayuda al desarrollo del ser humano y a su tranquilidad interior.

Recientes investigaciones indican que la soledad negativa puede afectarnos fisiológicamente y producir afecciones del corazón entre otras enfermedades. Se ha demostrado que las personas solitarias tienen niveles más altos de una sustancia denominada iterleukina-6 relacionada con enfermedades cardiovasculares que podrían provocar ataques del corazón o al cerebro. También, nos puede afectar psicológicamente y desencadenar depresión o llevarnos a la auto agresión y suicidio.

Los que padecen de soledad no tienen edad, ni sexo, todos la pueden sufrir en un momento dado, dependiendo de distintas circunstancias.

Algunos intentan salir de ella erróneamente a través del alcohol o las drogas, no la superan y caen en una peligrosa depresión.

Para salir de esta cara oscura de la soledad, debemos dar vuelta la moneda, encontrarnos a nosotros mismos y procurar desarrollar todas nuestras potencialidades como seres humanos. Podemos definir lo que queremos, y tomar la firme determinación de alcanzarlo, sin ponernos auto limitaciones o barreras que lo impidan. Comunicándonos con los que nos rodean y permitiendo que formen parte de nuestro mundo. Brindemos a los demás amor, a más lo proporcionemos más se llenara nuestra vida.

A nuestros hijos, enseñémosles desde pequeños como comunicarse y expresar sus sentimientos. Sembremos armonía y cosecharemos felicidad.

Çitas Çitables
  • Más vale estar solo que mal acompañado. Refrán.
  • Nuestro gran tormento en la vida proviene de que estamos solos y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa soledad. Guy de Maupassant.
  • A solas soy alguien. En la calle nadie. Gabriel Celaya.
  • Si eres orgulloso conviene que ames la soledad; los orgullosos siempre se quedan solos. Prakash.

24 junio 2006

NOSCE TE IPSUM



Es la sentencia que figuraba en el atrio del templo de Apolo en Delfos. Para los pedantes, que los hay y entre los cuales me incluyo, sería el 'conócete a ti mismo' o el 'Gnothi seautón' griego. Sócrates la hizo suya y la convirtió en uno de los pilares básicos de su filosofía. Es precisa para vivir sanamente, para ser mejor, para crecer en sabiduría, en última instancia, para ser más feliz.

Pero no es nada fácil conocerse profundamente, porque con frecuencia confundimos lo que somos con lo que nos gustaría ser y tenemos una imagen muy distorsionada de nosotros mismos. Los hay que se creen mucho mejor de lo que son y los hay que se creen mucho peor de lo que son. Pascal dijo que sólo hay dos clases de hombres: los justos que se creen pecadores y los pecadores que se creen justos. Todos tenemos una parte oscura en nuestra personalidad, una parte negativa, perversa, dañina, que algunas psicologías llaman sombra. Es la parte que no nos gusta mostrar, pero que conviene conocer y comprender para no disociarnos. La persona disociada sólo se identifica con lo positivo de su personalidad y jamás ve la sombra. La parte negativa queda reprimida y proyectada fuera. Son los demás y no él los falsos, los pedantes, los presuntuosos, los envidiosos.
Aborrecemos en los otros lo que secretamente, calladamente o sin darnos cuenta, aborrecemos en nosotros mismos. Odiamos todo lo que suponga un recordatorio de aspectos nuestros que nos repugnan. El inquisidor se cree exento de cualquier perversidad y repleto de virtudes; el perseguidor odia al perseguido por los rasgos que él mismo exhibe; el que critica rabiosamente dice con sus críticas más de sí que del criticado. El saber popular lo detecta y lo ridiculiza: Ve la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el propio.
Lo primero que debo hacer es reconocer en mí eso que tanto odio en él, no negarlo, dejarlo sentir, que se mueva por nuestra casa sin tenerlo siempre oculto en el desván, o preso en la jaula de las fieras (y como se le trata de gato salvaje, se pone a robar gallinas, decía el proverbio malgache).
Todos tenemos nuestro lado oscuro, si nos damos cuenta de ello y lo aceptamos habrá en nuestra vida más equilibrio. No habrá brillantes tan brillosos ni sombras tan negras, porque al estar en contacto los opuestos se armonizan. Así que ya sabes, Nada de lo humano me es ajeno. En latín para los pedantes como yo 'Nihil humani a me alieno puto'. Sí, has leído bien puto que significa considero.

22 junio 2006

¿Se puede amar a dos a la vez?


Pues, en nuestro entorno cultural parece que no. Cuando una persona no puede tomar decisiones para definir una sola pareja, puede estar revelando una falta de habilidades para una relación permanente, la falta de compromiso y el respeto por el sentir del otro o la ausencia de un amor genuino. En una sociedad monogámica como en la que vivimos, la elección de una pareja implica la renuncia de otra. Cuando en una relación, aparece un tercero, esta circunstancia es resentida severamente por la persona burlada. Cuando la infidelidad surge, se convierte en una situación de pena y tristeza para ambos. La pareja engañada se pregunta qué sucedió y se auto-cuestiona pensado qué fue lo que hizo mal. La pareja infiel, pese a que se siente bien con su segundo frente, cuando es descubierta por su pareja habitual, se siente confundida, se pregunta si se habrá equivocado de pareja, cree no estar enamorado de ella, se siente mal porque sabe que le está haciendo daño y no sabe como resolver la situación. Muchas veces espera que sea la pareja engañada la que tome la decisión de separarse o divorciarse, para poder sentirse bien consigo mismo. La infidelidad deja cicatrices difíciles de curar. Pero no siempre para mal. A veces el desliz o la aventura dan pie para construir una relación más sincera. En vez de dejar el tema sin hablarlo, hay que sacarlo a relucir para recuperar la intimidad emocional. Ambos tendrán que esperar que el tiempo ayude y poco a poco ya se habrá asimilado y podrán sentirse a gusto y amarse nuevamente.

Pero también existen unos donjuanes/as impenitentes que se buscan excusas: "Mi pareja no me comprende", por ejemplo. Pese a que son ellos mismos los que no se dan lo suficiente. Para que una relación vaya bien debe haber una correspondencia entre lo que ofrece y lo que recibe cada uno. Es como una hoguera, se hace crecer o se deja extinguir. Un dato importante es que solo un bajo porcentaje de las personas que dejan a sus parejas por otras, continúa indefinidamente con la segunda. Cuando se acaba el embrujo de lo prohibido y se instala la rutina, se suelen reproducir los mismos roces que se tenían. Algunos expertos en salud mental siguen considerando la infidelidad como un problema social y un trastorno de comportamiento. La mejor prueba de ello, aseguran, es que la infidelidad suele tener un efecto destructor en el matrimonio y suele producir enormes cargas de culpa en la persona infiel.

En una sociedad cuyo valor matrimonial se encuentra conformado por la unión de la pareja definitivamente no se puede amar a dos mujeres o a dos hombres a la vez, sea el caso. Se tiene que escoger o sufrir las consecuencias de la infidelidad.

19 junio 2006

Doctor, mi vida no tiene sentido


Cada vez que escucho esta expresión de mis amigos, “pacientes”, vecinos y desconocidos, no dejo de sobrecogerme a pesar de la experiencia acumulada, del largo camino y de las innumerables situaciones de vivencia y de todo lo aprendido durante mis años académicos. Y es que cuando la vida carece de sentido, el próximo paso para una cantidad no despreciable de seres humanos que así se expresan, es la autodestrucción, ya sea por suicidio o mediante formas de vida insanas.

Una existencia sin sentido no tiene calidad. Es por ello que el ser humano debe empeñarse en encontrar la vía por la cual dirigir sus energías hacia el logro de una trascendencia social cuyo resultado sea la satisfacción personal. Claro está, el sentido de la vida no es algo común para todos los individuos, es personal, porque lo que me lo da a mí no lo dará a mi pareja.

Lo primero que usted debe hacer para dar sentido a su vida, es preguntarse cuál es su mejor atributo, su mejor cualidad, en qué aspecto es realmente bueno. Y de eso no es difícil darse cuenta. Muchas personas a lo mejor lo buscan porque es buen conversador, o explicar bien las cosas para que otros la entiendan, o sabe de mecánica o de informática, o hace unos dulces exquisitos o escribe muy bien...

Una vez que descubra ese atributo, dedíquele una parte de su tiempo para buscar la mayor perfección, y hágalo de manera consciente, no como un pasatiempo, sino como una obligación: usted le está dedicando a ese atributo una parte de su tiempo porque ello le dará un sentido a su existencia y su deber es perfeccionarlo al máximo. Si sabe de informática, debe tratar de llegar a ser un “bill gates”, estar al tanto de lo que se hace en otros lugares dentro y fuera de su país, de la última novedades; y si no desea ponerse metas tan ambiciosas, pues al menos debe conocer qué están haciendo los demas informáticos de su entorno mas cercano, y tratar de hacerlo, al menos igual, si no lo puede hacer mejor que ellos. Recuerde que esas personas tienen dos manos y un cerebro lo mismo que usted. Lo demás es la dedicación personal y el amor con que haga lo suyo. Cuando empiece a notar que arreglar los errores de los ordenadores dejó de ser un trabajo y ya es otra cosa, no ajena a sí mismo, sino que es parte suya como lo puede ser un lunar o las canas, entonces, estará en el momento adecuado para empezar a dedicarle todo el tiempo de su vida, pues le está brindando un sentido a su existencia.

Otras veces no hay que descubrirse atributo alguno, ni competir con nadie. Simplemente mire a su alrededor y trate de encontrar la persona más necesitada de usted, por ejemplo, su abuela, su pequeño hijo, su esposa enferma, su esposo con una gran cantidad de responsabilidades, etc. Dedíquese a mejorar la calidad de vida de ellos y eso también mejorará la suya.

Dicho incentivo en ocasiones se puede encontrar en su propia tragedia. He conocido personas que han perdido un hijo por suicidio y se han consagrado a ayudar a otros familiares con una experiencia similar y ello le ha complacido. También hay padres que han tenido un hijo con Síndrome Down y se han entregado a su educación en todos los sentidos, sumando en ese empeño a quienes tienen hijos portadores de la misma enfermedad. Otros llegaron a darle un sentido a sus vidas, en la búsqueda de las causas de la enfermedad de su hijo, hasta ese momento desconocidas para la ciencia.

Al parecer, para algunos no hay nada que los entusiasme, y en esos momentos tal vez un animal afectivo pueda lograrlo. En la literatura profesional hay sujetos que viven solos, sin pareja ni hijos, muy tristes, y junto con el tratamiento psicofarmacológico, se les ha sugerido criar un animal de compañía al cual brindar afecto y atención y así han encontrado una razón para vivir.

Como puede darse cuenta, siempre habrá alguien o algo, incluso cuando usted considere que no, que abra un nuevo horizonte para su vida.

18 junio 2006

Carpe Diem


Vivir ó aprovechar en el presente, aunque no sepamos definirlo, sabemos qué es. Todos somos, de alguna manera, tiempo. Notamos cómo pasa por nosotros o nosotros por él, que no es lo mismo pero es igual. Lo dividimos en pasado, presente y futuro. Y, sin embargo, lo único que existe es el presente. El pasado es memoria, recuerdo; el futuro, expectativa, miedo, espera o esperanza.

Pero aunque sólo existe el presente, la mayoría nos empeñamos en no vivir en él. Solemos estar unas veces mirando hacia atrás, en el pasado; y otras mirando a lo lejos, en el futuro. Mirar al pasado nos lleva a la melancolía; el depresivo, dicen los expertos, tiene una temporalidad de pasado. Mirar al futuro nos lleva a la ansiedad, cuando no a la angustia; porque el futuro siempre es incierto, y es ahí donde vive el paciente ansioso. Hay incluso personas que viven tanto en el pasado como en el futuro, están a la vez ansiosos y deprimidos.

Sólo los que son capaces de situarse en el presente, de disfrutar del momento, son felices. Lo vieron los clásicos, que hablaban del "carpe diem"; y lo ha visto siempre la filosofía oriental, todas las técnicas de meditación se encaminan a ello. Los niños pequeños, incapaces aún de construir los sectores de la temporalidad, son felices porque viven en el presente. Cuando van creciendo, comienza el engaño. Abandonan paulatinamente el paraíso del presente y se escapan hacia el futuro. Les asignamos identidad: ellos son el futuro.

Los ancianos son el pasado y allí suelen habitar. Sin apenas futuro, vegetan recordando sus tiempos, como si este tiempo, el ahora, no les perteneciera. ¿Cuándo nos daremos cuenta de que todo es una trampa, que no hay ningún día llamado mañana, que hoy es siempre todavía, que el tiempo es un invento del demonio?

Çitas Çitables
  • Añorar el pasado es correr tras el viento. Proverbio ruso.
  • Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo. Proverbio árabe.
  • El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad. Victor Hugo.
  • Si te lamentas del pasado y te preocupas por el futuro, el presente no lo vivirás. Prakash.


17 junio 2006

Mas cuentos sufíes


UN HOMBRE MAS DEBIL

Cuando pasaba por delante de un elegante palacete en el centro de Bagdad, Nasrudín se percatçó de que en us interior se estaba celebrando una fiesta. Atraído por el olor de la cabra asada, se metió en la casa pasando por entre los guardias y se sentó a la mesa. Después de la comilona, el anfitrión pidió silencio.
- Amigos – dijo -, os he invitado aquí para celebrar mis últmas y grandes victorias. Como sabéis, he sido el campeón de lucha de esta ciudad durante algún tiempo. Pero ahora, tras haber derrotado a mis competidores en otras ciudad, ¡soy campeón de todo el país!.
Los comensales aclamaron a su anfitrión. Sólo Nasrudín permaneció en silencio, lo que enfureció al luchador:
- ¿No te impresiona que haya pulverizado a mis enemigos y tirado al suelo a los mejores luchadores que esta tierra puede ofrecer? - preguntó.
- Depende – contestó el mulá -. Esos hombres ¿eran más débiles que tú?
- ¡Por supuesto! – se jactó rimbombante el deportista -. Eran tan débiles como moscas… tan insignificantes como las más diminutas hormigas.
- ¿Y qué mérito hay en derrotar a un hombre más débil?

CAMPESINOS Y REYES

Un día, el rey y su partida de caza entraron en una pequeña aldea. Muy excitados por la fortuita visita real, los habitantes se reunieron en la plaza principal para ver al monarca. Después de unos minutos, un campesino ofreció al rey un vaso de agua. El gobernante cogió el recipiente de la mano del hombre harapiento, se bebió el agua de un solo trago y ordenó continuar a su séquito.
- Qué triste es ver tan malos modales” – dijo Nasrudín cabalgando al lado del rey.
- Me sorprendes, mulá – contestó el rey -. Habitualmente defiendes al desvalido.
- Me refiero a vuestro modales, Majestad.
- Mis modales son impecables. ¿Desde cuándo un gran hombre como yo está obligado a agradecer a un campesino un vaso de agua?
- Desde el momento que, sin siervos como él, no habría ningún gran hombre como tú.

FALSAS APARIENCIAS

Cuenta el sufi Mula Nasrudin que cierta vez asistió a una casa de baños pobremente vestido, y lo trataron de regular a mal y ya para salir dejó una moneda de oro de propina.
A la semana siguiente fue ricamente vestido y se desvivieron para atenderlo...y dejó una moneda de cobre, diciendo:
-Esta es la propina por el trato de la semana pasada y la de la semana pasada, por el trato de hoy.

¿PORQUE ESTOY AQUI?

Una noche Mulla Nasrudin caminaba por una calle. La calle estaba solitaria y de repente se dio cuenta de que unos hombres a caballo, una especie de tropa se dirigía hacia él. Su mente comenzó a trabajar. Pensó que podían ser asaltantes, que podían matarle. O que podían ser soldados del rey y que podían llevárselo para que prestara el servicio militar o cualquier otra cosa. Se asustó y cuando los caballos y el ruido que formaban se le acercaron, se puso a correr y entró en un cementerio y para poder esconderse se tumbó en una fosa abierta.
Al ver a aquel hombre corriendo, los jinetes, que eran simples viajantes, se dieron cuenta de lo que había sucedido. Corrieron tras Mulla Nasrudin y se acercaron a la tumba en que estaba. El yacía con los ojos cerrados como si estuviera muerto. «¿Qué te sucede? ¿Por qué te has asustado tanto de repente? ¿Qué pasa?»
Entonces Mulla Nasrudin se dio cuenta de que se había asustado a sí mismo sin motivo. Abrió sus ojos y dijo, «Es algo muy complejo, muy complicado. Si insistís en preguntarme porqué estoy aquí, os lo diré. Estoy aquí por vuestra culpa y vosotros estáis aquí por la mía».


Cuentos sufíes para pensar


Después de varios días ausentes, me veo aclamado entre los lectores a seguir escribiendo. Me enorgullece saberlo y aprovechando estas líneas agradezco a todos aquellos que me siguen apoyando. Para hoy, no tengo mucho que contar, pero sí os replicaré una pequeña recopilación de Cuentos Sufíes de Idries Shah, que dan mucho para pensar.

Dicen los sufíes que el proceso de aprendizaje se asemeja a la costura con hilo y aguja. Estos cuentos no es mas que una aguja. El hilo eres tú. ¿De qué servirían todas las agujas del mundo si no existieran los hilos que cosen el conocimiento, el desarrollo y la sabiduria?. ¿De que servirian cientos de miles de maestros y de libros y de imagenes si no existieran aquellos dispuestos a transformar un dato, una palabra o una idea en acciones, pensamientos y emociones capaces de cambiar el mundo interior y el entorno?

Una aguja sin hilo solo puede hacer agujeros. Porque el ganchillo empuja pero no hilvana. la punta marca el camino pero no lo sujeta, señala pero no lo alcanza.

Estos cuentos estan construidos con palabras que intentan saltarse el filtro intelectual del oyente para llegar a lo más íntimo y esencial de su ser, donde mucho suponemos se encuentran todas las verdades que buscamos inútilmente con nuestra inteligencia abstracta.

La metáfora es la contribución del hemisferio cerebral derecho a la capacidad intelectual del hemisferio izquierdo, como dice Leonard Shlain, y la construcción más acabada de la metáfora es el cuento.

En cada cuento se crea una realidad propia que suma la secuencia narrativa lógica expresada en palabras y por lo tanto captada por el hemisferio dominante; el contenido metafórico creado por el arte literario sólo puede decodificarlo el hemisferio cerebral opuesto, que lo expresa en la emoción disparada en el lector abierto a vivenciarla. De este modo, ambos hemisferios del cerebro contribuyen a la comprensión del significado de los cuentos, cuestinando el sentido de nuestra propia identidad y de nuestra manera habitual de ser en el mundo o, por el contrariio, confirmando que somos nosotros mismos y dando un nuevo signifcado a nuestra existencia. Esto explica la atracción que ejercen los relatos, y la aceptación de que gozan entre personas de diferentes edades, culturas y estilos. Así, se podría decir que actúan a nivel consciente e inconsciente, transmitiendo su “mensaje” de forma directa e indirecta.

Para no extenderme mas, aquí os dejo una serie de cuentos para pensar, libre de interpretarlos y que cada uno busque en ella lo que busca ... espero vuestros comentarios.

SENDAS DIFERENTES
-Tú eres un gran místico- le dijo a Nasrudín uno de sus pupilos-, y sin duda sabrás por qué los hombres siguen sendas diferentes a lo largo de su vida, en vez de seguir todos una única senda.
-Sencillo-contestó su maestro-. Si todo el mundo siguiera la misma senda, todos acabaríamos en el mismo lugar; el mundo, perdido el equilibrio, se inclinaría, y todos nos caeríamos al océano.

NO PUEDO SER RECONSTRUIDO
Nasrudín cabalgaba a través de la comarca cuando se declaró un incendio en el bosque. Mientras las aldeas estaban siendo consumidas por el fuego a diestro y siniestro del camino, Nasrudín seguía cabalgando tranquilamente, repitiendo:
-¡Gracias Alá, Gracias a Alá!
-¿Cómo puedes dar gracias a Alá cuando todo a tu alrededor, todas nuestras posesiones, casas y campos se están reduciendo a cenizas?- se lamentaba una anciana que huía de las llamas.
-las posesiones pueden ser sustituidas. las casas se pueden reconstruir y los campos se pueden volver a plantar. Doy gracias a Alá por mantener tranquilo a mi asno. Si se asustara, podría tirarme al suelo y pisotearme bajo sus patas, y, a diferencia de una casa, yo no puedo ser reconstruido.

CONOCIMIENTO TEORICO
Nasrudín estaba deseoso de ofrecer a sus dos hijos una educación decente. Con esta idea en la cabeza, los envió a la sede suprema del saber en el país para que fueran educados.
Cuando, años más tarde, volvieron los hijos como filósofos hechos y derechos, decidió probar sus conocimientos.
- Coged esta silla y ponedla sobre mi burro – dijo a los universitarios.
En vez de realizar esta simple tarea, los filósofos se sentaron y empezaron a discutir el problema desde todos los ángulos. Al anochecer, todavía no habían conseguido llegar a una decisión.
- ¡Justo lo que pensaba! – dijo su desalentado padre -. Todo este conocimiento teórico os hace tan inteligentes como mi burro.

DOS BABUCHAS MÁS
El burro de Nasrudín murió finalmente de vejez y el mulá se vio obligado a caminar de lugar en lugar. Un día, entraba andando en la ciudad cuando encontró una herradura en el camino. Se la metió en el bolsillo y siguió su camino. Unos pasos más adelante encontró otra herradura.
Estaba encantado.
-¡A este ritmo, tendré un burro entero a la puesta de sol!

10 junio 2006

¿Satisfecho con lo que tiene?


Muchas personas han aprendido a conseguir lo que quieren, pero luego no lo disfrutan. Consigan lo que consigan, nunca es suficiente; siempre sienten que les falta algo. No están satisfechas consigo mismas, con sus relaciones, con su salud o con su trabajo. En el otro extremo están los que se sienten satisfechos con lo que son, lo que hacen y lo que tienen, pero no sabe cómo conseguir otras cosas que desean. El éxito personal es el punto intermedio en donde uno consigue lo que desea y continúa deseando lo que tiene. Es la combinación entre el “éxito exterior” y el “éxito interior”, entre lo que tenemos en el mundo y la satisfacción personal.

Es aquí donde se plantea el primer problema. Para conseguir trazar una línea hemos de tener dos puntos. Uno de ellos, el que nos planteamos más fácilmente es, dónde queremos llegar.

Pero, vamos a imaginar que un amigo, Juan, está de viaje y nos llama por teléfono para orientarse. Nos pregunta: “¿Por dónde tengo que ir para llegar a tu casa?. ¿Podríamos contestar a su pregunta?. ¿Qué es lo primero que le diríamos?: “¿Dónde estás ahora?”: Y es que no podríamos ayudarle a menos que sepamos dónde está en ese momento. Para saber el rumbo que hay que tomar hay que saber dónde se está. Y esta es una cuestión que, generalmente, olvidamos. Solemos pensar que podemos alcanzar nuestros objetivos con sólo saber a dónde queremos ir, pero es igual de importante saber de donde partimos. Y partimos de lo que tenemos y de nuestras capacidades y habilidades. Las circunstancias de cada uno son únicas y cada persona las manejará de una manera distinta. El auténtico desafío es primero, valorar y disfrutar lo que se tiene y después, conseguir lo que se quiere.

El segundo punto para trazar la línea es: ¿Adónde queremos llegar? ¿Qué es lo que queremos conseguir?. Cada persona tiene también sus propios objetivos y camino único. Por lo tanto no hay que comparar nuestro camino ni nuestro aprendizaje con el de otros. Podemos necesitar cosas diferentes y plantearnos objetivos distintos según nuestra edad y nuestro propio proceso de desarrollo. Los seres humanos tenernos ciertas necesidades básicas de supervivencia, que hemos de resolver, antes de ocuparnos de niveles superiores. Si una persona tiene hambre se ocupará de alimentarse antes de preocuparse de su autoestima o del sentido de la vida. Esta jerarquía de necesidades es como una pirámide (Maslow) y en la punta está, por ejemplo, el conocimiento y la realización personal ó autorealización.

El éxito personal no se mide por lo que somos, lo que tenemos o lo que hemos logrado sino por cómo nos sentimos con lo que somos, lo que hemos hecho y lo que tenemos. Además de sentirse bien y estar satisfecho, hay que tener confianza en uno mismo y estar motivado para hacer lo necesario para obtener lo que se quiere. Todo esto no ha de dejarse al azar; El hombre es el arquitecto de su propio destino. Para conseguirlo, la mayoría de nosotros hemos de aprender a hacer cambios en la forma de pensar, sentir o actuar. Cambios que serán significativos, ya que modificarán la perspectiva desde donde observamos las cosas.

Çitas Çitables
  • A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. Oscar Wilde.
  • La vida es aquello que te va sucediendo mientras te empeñas en hacer otros planes. John Lennon.
  • La mejor forma de conseguir la realización personal es dedicarse a metas desinteresadas. Viktor Frankl.
  • El hombre se autorrealiza en la misma medida en que se compromete al cumplimiento del sentido de su vida. Viktor Frankl.
Dedicado a mi buen amigo Sachin,
incansable luchador, a quien le deseo que siga
manteniendo el entusiasmo que siempre muestra,
y que pronto está por alcanzar el arte de la felicidad,
su éxito personal.

09 junio 2006

El teléfono móvil, el nuevo amuleto de la sociedad moderna.


Desde los albores de la humanidad, el hombre ha necesitado llevar algún objeto consigo. Aparte de las ropas, el calzado, los pendientes, las ajorcas o el sombrero, existe un artículo adicional que se porta en la mano o en el bolsillo; que se cuelga como un zurrón, una faltriquera o un llavero, que se agrega al cuerpo como una porción significativa del mundo exterior. A ese artículo lo representa ahora, por excelencia, el móvil.

El teléfono móvil antes era un símbolo de estatus, hoy es un estatus de símbolo (uno pertenece a la sociedad cuando tiene móvil). Lo raro de hoy es no tener móvil cuando hace 14 años lo distintivo era tenerlo.

Ha habido una extensión de su uso. En 1990 había 54700 abonados solo en la compañía Moviline. Actualmente el número de móviles supera al número de teléfonos fijos en Europa. Recientemente en los teledarios anunciaban que a día de hoy hay 44 millones de usuarios de móviles, o sea, que ya casi supera a la poblacion de España.

Pero lo que a mi interesa explicar es el aspecto psicólogico del teléfono móvil.

Este actúa con la misma potencialidad interpersonal que la presencia física pero la reduce o la fracciona cuando se quiere administrar discretamente la conexión. Es, en apariencia, un teléfono, pero traspasa sustantivamente las cualidades conocidas del teléfono convencional. El teléfono de cable nos fija al espacio. Sitúa al interlocutor en un lugar determinado, lo confina inequívocamente cuando marcamos mientras el teléfono móvil puede captar al sujeto en cualquier punto y, como consecuencia, su puntería conlleva una facultad mágica que siempre nos asombra en la comunicación al revés.

Ser localizado teóricamente en cualquier parte, casi sin limitaciones, provoca una sensación desconocida hasta ahora por la humanidad. Pero, a la vez, desconectar el móvil proporciona a su amo una impresión de fuga o de desaparición extremas que sólo habían procurado antes las grandes decisiones de dejar el mundo.

Ahora que muchos individuos dejan de fumar, el móvil recuerda la complicada función existencial que desempeña el paquete de tabaco. No es posible, siendo fumador, salir a la calle sin la cajetilla; viajar, reunirse, enamorarse, mantener contactos o negociar sin el paquete. Su falta nos colocaba en la inquietante situación de evidenciarnos desarmados, más débiles y solos. Pero ocurre todo igual con el teléfono móvil. Cuando el teléfono móvil no está, una de dos: o dejado por olvido nos recuerda desde su lejanía la enorme dependencia de su auxilio o abandonado deliberadamente nos induce a constatarnos como incompletos; seres empujados a ser extrañamente otros. El teléfono fijo, según las ocasiones, nos separa o nos acerca a los demás pero el teléfono móvil, además, nos acerca o nos distancia de nosotros mismos.

Aunque presumimos de independencia y autosuficiencia, valores que hoy la sociedad supuestamente fomenta, “pecamos” de una encarnizada necesidad de estar controlados, de ser localizables en cualquier momento del día, en cualquier lugar. Años atrás, nos conformábamos con poner un buzón de voz en el fijo de casa y el que llamará, de no contestar, que dejara un mensaje si le apetecía, sino, que llamara más tarde, en cambio ¿qué es hoy un día en el que te levantas tarde, sales con prisa, y olvidas el teléfono móvil en casa?, supone pasar todo el día hasta el regreso, perdido, desorientado... sientes que te falta algo... algo importante. Y por supuesto al volver a casa, no saludarás ni comentaras el día, sino que correrás como un desesperado a encender el móvil y más vale que no haya ninguna llamada perdida, sino el enojo será considerable: "vaya me han llamado ¿ves?, por que narices me lo habré olvidado, y si era importante”, pero qué sucede ¿es qué ahora la gente no sabe volver a llamar si el asunto es de importancia?, acaso ¿no puedes devolver la llamada?, no, no es eso, el quid de la cuestión es que estamos acostumbrados a que cuando tengamos algo que decir, o tengan algo que contarnos, el asunto sea transmitido inmediatamente ¿por qué?, por que estamos controlados, sino respondemos al teléfono de casa, lo haremos al móvil, si no ha habido suerte, con mucha probabilidad estemos conectados al Messenger, y de no responder inmediatamente en el cuadro de diálogo, ya nos dirá el “nick” si estamos comiendo, en el baño o al teléfono.

Llegado a este extremo y ansias por localizar, se han llegado a fabricar móviles para perros. Evidentemente como teléfono móvil no tiene mucho futuro a no ser que se entrene al perro para mandar SMS, pero el GPS incorporado sí que puede ser útil para evitar esos carteles en las farolas anunciando que se ha perdido un perro. El teléfono en cuestión tiene 3 botones de marcado rápido. Dos para llamar a los dueños (dos teléfonos distintos) y otro para el servicio de emergencias. Seguramente tenga éxito en EEUU donde las mascotas son tratadas como casi seres humanos (en algunos casos hasta mucho mejor), pero poco más.

El móvil es ya un producto de consumo popular y en la sociedad en la que nos toca desenvolvernos, calificada por algunos sociólogos como la 'sociedad del riesgo', contar con la posibilidad de pedir ayuda en cualquier momento resulta más que útil en situaciones a veces comunes o en otras menos frecuentes.

El móvil genera supersticiones. Llevarlo consigo es evitar situaciones problemáticas de riesgo. Uno se siente mas seguro, confiado y acompañado. De las personas que compran un móvil, el 59% se sienten mas seguros y acompañados; las mujeres, en el 60% de las ocasiones sacan el móvil cuando están solas. El móvil actúa como un pequeño salvavidas con antena o en un guardaespaldas de bolsillo.

Por mencionar algunos sintomas, entre los principales para detectar la adicción al teléfono móvil figura el gasto exagerado de la factura, que en algunos casos ha ascendido a 600 euros mensuales, el descenso del rendimiento escolar y laboral y el aumento de niveles de estrés y ansiedad dando lugar a la aparición de trastornos físicos y psicológicos.

Finalmente, el móvil es una especie de homoteca personal. Una especie de depósito donde se han reunido innumerables voces y emociones, todas apiñadas en el corazón del artefacto. La agenda más privada es menos a su lado. La agenda puede guardar la intimidad, contener apuntes de secretos, pero el móvil es en sí mismo un apéndice neocarnal, un material estratégico auténtico, un cofre en cuyo interior se guardan huellas fehacientes de confesiones y estafas en directo. Ya actualmente cuando un móvil se sustituye es preciso desalojarlo antes de mensajes, temblores, miserias, confidencias. Hay que hacer que arroje todo su interior fuera de sí para convertirlo en un órgano desinfectado y vacío, sino fijaros en aquel hombre malayo que cortó su pene para justificar su fidelidad ante su mujer, quien descubrió un SMS sospechoso en el móvil de su esposo.

No estaría nada mal que revisase su factura a menudo. Hay grupos terroristas que “clonan” el número de teléfono. Este el caso que le sucedió a Susan Drummond, una profesora de derecho de Toronto, que recibió una factura de 10.524 dolares con llamadas supuestamente realizadas desde su teléfono móvil a países como Pakistán, Siria, Libía, Rusia, etc.

En fin, las nuevas tecnologías nos invaden, así se nos presentan las cosas, y ahora os dejo que me está sonando el móvil.

Dedicado a mi colega, Mariano Catarecha.
Consumidor nato & beneficiario de Telefónica.

PD: Ver vídeo de reflexion acerca del teléfono móvil de D. Jesús Quintero

06 junio 2006

Conducta supersticiosa


Hoy estamos a 06-06-06, tengo a mano el Código da Vinci y los medios no paran de bombardearme publicidad apocalíptica. ¿Hasta que punto somos supersticiosos? esto es de lo que quiero hablar hoy, de la conducta supersticiosa.

Actualmente vivimos en una civilización basada en gran medida en la ciencia. Los avances tecnológicos han permitido que en estos tiempos -al menos en las partes que han alcanzado un grado decente de desarrollo- la calidad de vida sea mejor que nunca antes. Nunca antes el ser humano pudo vivir más tiempo, más saludablemente y con menos dolor gracias a los avances de la medicina moderna. Nunca antes podía la gente común gozar de comodidades que siglos atrás ni siquiera los más poderosos podían imaginar: con sólo tocar un botón (y del control remoto) podemos escuchar música como si estuviéramos en un concierto, ver representaciones dramáticas y sucesos que acaban de ocurrir del otro lado del mundo, con la radio, la televisión, los satélites y la tecnología digital. Podemos comunicarnos con gente a través de distancias enormes, primero a través del teléfono, y ahora por Internet. En menos de 100 años el ser humano aumentó la velocidad máxima a que podía viajar desde la que se alcanzaba a caballo hasta la necesaria para abandonar el planeta a bordo de un cohete espacial, y podemos desplazarnos velozmente y con comodidad a través de enormes distancias. Lo dicho: nunca antes una porción tan importante de la humanidad había estado en posibilidad de gozar de tantas ventajas y bienestar.

A pesar de todo lo anterior, una gran parte de la sociedad -incluso en los países llamados civilizados- rescata y promociona activamente ideas, creencias y formas de pensamiento sin ningún sustento comprobable, que se pensaría estaban rebasadas por el desarrollo intelectual y cultural de la humanidad, aún en franca contradicción con los datos y la comprensión de la realidad que con tanto esfuerzo hemos conseguido a través de la ciencia, mientras que a esta última se la desprecia, cuestiona y desprestigia.

La gran pregunta es: ¿por qué? ¿Por qué somos tan malagradecidos con la disciplina que nos ha permitido distinguirnos de los animales y dominar nuestro entorno para nuestro beneficio? ¿Por qué preferimos poner nuestra fe, sin el mínimo asomo de pensamiento crítico, en fantasmagorías que nunca se han podido verificar más allá de la leyenda y el dato anecdótico? ¿Qué falla nos permite dar más crédito a brujos y charlatanes, «energías místicas» y curanderos, adivinadores de feria y marcianos con un fetiche por el sexo con terrícolas, que a la ciencia que vemos comprobada todos los días en el funcionamiento de nuestros móviles y ordenadores, y en el hecho de que muchos seguimos vivos sólo gracias a nuestras intervenciones quirúrgicas y medicinas?

Creo que, hay un factor primordial que permite estas aberraciones mentales: la ignorancia. Sin embargo, ella sola no puede llevar toda la responsabilidad. Existen factores, que fomentan en el ser humano las creencias en lo sobrenatural y lo maravilloso. Primero, está el «pensamiento mágico», mecanismo por el cual los niños pequeños tratan de explicarse el funcionamiento de su entorno antes de que aprendan las apropiadas relaciones causa-efecto («esto pasa ahora porque antes pasó aquello») y que normalmente va desapareciendo al ir madurando el intelecto del infante. Algunas de estas ideas nos resultan reconfortantes ante el cotidiano miedo a la muerte y lo desconocido. También es cómodo depositar la responsabilidad de nuestros actos y decisiones en algo etéreo y ajeno a nosotros, sobrenatural e incomprensible, y mantenernos en un estado de «minoría de edad» mental, y siempre resulta más fácil creer en algo que ponerse a pensar.

Como sea, cuando la superstición gana terreno, la libertad retrocede, y la condición humana también. Hagámonos cargo de nuestra realidad, y aceptémosla, sin ponerle adornos. En nosotros está detener la superstición.

05 junio 2006

Un toque de canela


Despues de pasar unos días en Madrid, regresé a Granada. Durante el trayecto en tren, pude disfrutar de dos grandes filmes, La casa de las Dagas Voladoras y Un toque de canela. Esta ultima no la ví antes, y a decir verdad, es una obra maestra.

Un toque de canela es una declaración de amor a la vida y al género humano; un bálsamo contra la crispación, y una sutil invitación a dejarse arrastrar de cuando en cuando por los sueños pendientes. Existen películas pensadas para conmover: no es éste el caso. Un toque de canela es una apuesta inicialmente personal que consigue penetrar en el corazón de los espectadores por el más resbaladizo de los caminos: la sinceridad. A través de una historia de partidas y añoranzas, Tassos Boulmetis realiza un retrato costumbrista y autobiográfico de la comunidad griega emigrada a Turquía, a poco de su expulsión de aquel país por motivos políticos durante los años sesenta.

No voy a hacer una valoración critica de la película, pues no es mi competencia, pero si voy a descifrar un poco lo que he aprendido y puedo enseñar a partir de ahora después de haberla visto.

El abuelo del protagonista, es un filósofo culinario y su mentor, le enseña que tanto la comida como la vida necesitan una pizca de sal para darles el toque de sabor que ambas requieren. El concepto de especia como metáfora me resulto bastante útil para hacer ver a una persona querida que en su vida hacia falta un toque de picante para estimular su actividad y no caer en la monotonía.

La sal y otras especias, ingredientes básicos en muchas comidas, y que en la antigüedad, su importancia era tal que fueron consideradas verdaderos tesoros e incluso se utilizaron como moneda de cambio. Se les atribuían propiedades mágicas, afrodisiacas y curativas. En la época romana se emplearon no sólo en la cocina, sino también como perfumadores de ambiente. En la Edad Media, Europa tomó contacto con Asia y descubrió sus productos y riqueza. A partir del siglo XIII, el comercio de especias estaba ya perfectamente organizado y llegaban a través de rutas transasiáticas terrestres y marítimas al Mediterráneo oriental, desde donde se distribuían por el mundo occidental. Los venecianos dominaron este negocio hasta finales del siglo XV, lo que les trajo gran prosperidad y riqueza. A día de hoy sigue siendo de vital importancia.

Nuestra acciones son los “platos” que ofrecemos, de modo que es nuestra competencia de hacer un buen o un simple y monótono plato. Digamos que usted es el “Chef de su vida”, por tanto de ti dependerá el resultado. En la vida, hay momentos que apetece un poco de dulzura y buen paladar, para ello, debemos condimentarlas con un toque de canela... a veces, necesitamos una pizca de sal, otras pimienta para darnos fuerzas. No se está de mal añadir un poco de azafrán, una de las especias mas cara del mundo... nos merecemos de vez en cuando un capricho. Si uno toma por hacer siempre el mismo plato, al final acaba por convertirse en un plato poco sabroso y poco apetecible... La comida es un elemento esencial para nuestra vida pero adquiere significado diferente. Por ejemplo mi buen amigo Juan decía que solo comía por necesidad sin embargo a mí me gusta comer por placer. Me gusta decorar mi comida, me gusta decorar mi vida, disfruto de una buena comida... cuando estoy triste, una buena comida junto con una buena compañía es el mejor antídoto que conozco ahora. Claro, como consecuencia de tanto buen comer, me ha pasado una factura de 101 kg... Ahora pues he restringido temporalmente ciertos alimentos para conservar una buena salud. Por eso te digo, que tampoco es bueno abusar de las especias... de las mismas actividades que haces o no... un buen plato es una mezcla de especias bien medidas... cuando sale fuerte es que nos hemos pasado, cuando no es sabroso, es que no hemos tenido en cuenta ciertas cosas que se nos han pasado por alto... y de manera metafórica así ocurre en nuestra vida.

Además las especias tienen componentes emocionales, ¿Cuántas veces, al sentir un olor procedente de la cocina, quizás de algo que se estaba cociendo en el horno, se ha encontrado reviviendo alguna escena de su infancia? Tal vez ese aroma le traía recuerdos de la cocina de su madre o de su abuela. El sentido del olfato está estrechamente relacionado con nuestra parte emocional y aquí el aroma, compuesto por la mezcla de la comida junto con las especias es un estimulo desencadenante. A menudo, un determinado aroma origina un torrente de emociones y uno se ve arrastrado por ellas, incluso antes de que la mente tenga tiempo de revivir las escenas relacionadas con dichas emociones.

Las propiedades físicas de las especias son innumerables, describir todas ellas sería como hacer una tesis doctoral. Pero sí podría decir que determinadas especias nos hacen sentir mas cómodo, relajados, tensos, alegres, apáticos, agrios, etc.

Así que querido amigo, ya sabes todo lo que tienes que hacer, te he dado la receta, así que usted mismo. Utiliza tus habilidades e imaginación. Permítame degustar un exquisito plato de tu parte ... un toque de canela no vendría nada mal.

Dedicado a mi buena amiga Rosa Mª López S.,
una maestra gastrónoma y del buen comer.


03 junio 2006

"Escuchar", esa cosa que tanto buscamos...


Despues de varios días ausentes me veo obligado atender a mis "hijos" que son mis "escritos" que tanto me gusta compartir con vosotros. Estos días despues de tanto frenesí de acontecimientos, y que tanto he necesitado ser escuchado en momentos, quiero descifrar un poco la importancia de saber escuchar.

Para comprender es necesario también saber escuchar. Es algo aparentemente sencillo y sin embargo, créeme, marca la diferencia entre un buen y un mal psicólogo, psiquiatra o consejero de cualquier tipo.

Zenón de Elea, en el siglo V a.C, ya se percató de la importancia de esta, aparentemente, modesta destreza para cualquier relación de ayuda, y por eso decía: "Nos han sido dadas las orejas y una sola boca, para que podamos oír más y hablar menos". Veinticinco siglos después de Rogers, un maestro de la escucha que ha creado una de las más importantes escuelas de la psicoterapia actual, dice: "Descubrí en mi etapa inicial como terapeuta que el sólo hecho de escuchar era una manera de ser útil y ayudar... Así cuando se presentaba alguna duda, escuchaba... Ahora ya disfruto escuchando porque escucho las palabras, pero también los pensamientos y sentimientos que hay debajo de la intención consciente".

La escucha es un proceso activo, que requiere una determinada actitud y aptitud para la sintonía con el otro. La buena escucha crea un clima de empatía, de cordialidad y de autenticidad, en el que es posible percibir el marco íntimo de referencia de la otra persona. Para ello hay que llevar a cabo el "como si", ese ponerse en el lugar del otro. La escucha no es sólo auditiva, hay siempre un lenguaje no verbal, analógico que le llaman los expertos, que acompaña al lenguaje verbal, digital para los pedantes. Y estos lenguajes, coincidentes en el tiempo, no siempre son coincidentes en el mensaje. De forma y manera que a veces lo digital queda negado por lo analógico. Todo muy complicado ¿verdad? El flamenco, sin embargo, lo dice más fácil y rotundamente en una soleá del Lebrijano: "Esta gitana está loca, lo que dice con los ojos lo desmiente con la boca".

Escuchar implica por último hacerse cercano, y acercarse supone a veces hacerse vulnerable. En algunas ocasiones, podemos rehuir la escucha atenta por temor a que los problemas nos toquen y nos afecten. Aquí habría que decir con Gabriel Celaya, que "hay que comprometerse, y más aún, implicarse, y más aún, mojarse e incluso mancharse".


Çitas Çitables:
  • No hay peor sordo que el que no puede oír; pero hay otro peor, aquél que por una oreja le entra y por otra se le va. Baltasar Gracían.
  • Cuatro características corresponden al juez: Escuchar cortésmente, responder sabiamente, ponderar prudentemente y decidir imparcialmente. Sócrates.
  • Los medios de comunicación han acostumbrado a ciertos sectores sociales a escuchar lo que «halaga los oídos». Juan Pablo II.
Dedicado a mis buenos confidentes, buenos discipulos que tiene el don de escuchar y que seran buenos maestros:

Adan, Rajesh, Juan García, Rosa López, Lale, Juani, Neeru, Shakira, Puni, Krishna K, Cristobal, Romero...